viernes, 20 de julio de 2012

Cómo es una sesión directa

 
Para tomar una sesión de REIKI, la persona se quita los objetos metálicos que lleve encima, se pone cómoda, bien sentada en una silla -para una sesión rápida de 30 minutos-, o bien acostada en un sofá, cama, camilla, etc para una sesión larga de alrededor de una hora.
El practicante de REIKI usa sus manos como herramientas para transmitir la energía vital universal. La persona siente al finalizar que está relajada como si hubiera dormido profundamente por 3 horas.
Durante la sesión, tanto el practicante como el receptor pueden sentir (o no) diversas sensaciones, generalmente estas sensaciones son térmicas: frío o calor, según la energía que el cuerpo necesita. En todo caso la sesión está siendo activa. No se necesita que el receptor "crea" en el Reiki para que la sanación funcione.
El practicante de REIKI es un canal para esta energía y no tiene poder sobre ella, por lo que no puede transmitir energía equivocada ni hacer mal uso. Su efecto no depende de la fe del receptor, ni siquiera de su presencia, ya que se puede enviar a distancia. En este sentido nos encontramos ante un método energético de sanación versátil, sencillo y potente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario